viernes, 26 de julio de 2013

AJOS COMEN, LA MARCA DE ESPAÑA, columna publicaa en El Día de Zamora
26-07-2013


LA MARCA DE ESPAÑA
Estas son las joyas de la corona: Bárcenas y la financiación ilegal, crisis, estafa, aborto, religión, paro y tal y tal. Y sus grandes figuras, nuestros ministros: De Guindos, de Economía, presidente del banco de inversión Lehman Brothers en España cuando quebró en 2008, dando el pistoletazo de salida a esta crisis. Montoro, de Hacienda, próximo al Opus Dei, un fenómeno, solamente hay que decir que era el hombre fuerte de Rodrigo Rato. García Margallo, de Asuntos Exteriores, proviene del franquismo y hombre cercano al Opus. Ruiz Gallardón, de Justicia, hijo de su padre. Fernández Díaz, del Interior, otro del Opus que antepone las ideas de su secta al buen gobierno democrático, quien equiparó el Valle de los Caídos con los cementerios de la guerra civil norteamericana o de Normandía. Ana Pastor, de Fomento, que de religiosa casi es monja. Fátima Báñez, de Empleo, quién encomendó su labor a la Virgen del Rocío. José Manuel Soria, de Energía y Turismo, salpicado por corrupción urbanística en los casos Bango, Eólico, Faycán y Salmón. Arias Cañete, de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,  procedente del franquismo y lacayo del BBVA, Santander y Mapfre, y lobbista profesional de las petrolíferas Ducar. Pedro Morenés, de Defensa, supernumerario del Opus y traficante de armas. Ana Mato, de Sanidad, esposa del corrupto Sepúlveda y del Opus, redimida de la trama Gürtel por prescripción del delito. José Ignacio Wert, de Educación, dicharachero tertuliano antes y después de ocupar cartera. Así la cosa, no es de extrañar que Sáenz de Santamaría, sea la Vicepresidenta, Cospedal, la Secretaria General del partido y el silencioso Rajoy, el de los hilillos de plastilina y las cajas de puros, el presidente. Como dirían ellos: “que dios (su dios) nos pille confesados”.
En el otro extremo está la gente, su solidaridad con las victimas de Santiago bien lo demuestra. Mis condolencias para los afectados.


J.V.G.

¡Atención, peligro!

En boca cerrada no entran moscas, que decía mi abuela


jueves, 18 de julio de 2013

AJOS COMEN, HOMO SIMBOLICUS, columna publicada en El Día de Zamora
19-07-2013


HOMO SIMBOLICUS
Una de mis grandes aficiones, convertida en pasión, es visitar cuevas con pinturas o grabados rupestres. Algunas de esas obras, que Picasso consideró el no va más del arte, tienen no menos de 40.000 años, cuando el ser humano era un niño. Ese niño, descendiente de una labor paulatina de millones de primaveras, iba descubriendo el mundo con ojos frescos y manos laboriosas –para bienandanza de todo el clan–, y lo iba explicando a través de su mente simbólica, la misma que, todavía, seguimos conservando, llena de mitos, alegorías, sincronías y asociaciones.
Por eso, nuestra especie ha ido creando fábulas, tradiciones, emblemas y dioses, convirtiendo al pensamiento simbólico en el germen de la cultura. Su fruto es el lenguaje, las religiones, la filosofía, las ciencias o el arte.
Con los signos que acertamos a crear nos comunicarnos –y casi nos entendemos–, hemos conocido y desvelado lo que en otros momentos fueron incógnitas, y el universo, antes únicamente físico, ahora es un universo simbólico. Pero los signos, en el día a día, tienen su importancia vital, no en vano, hacen referencia a objetos reales que, de no interpretarlos correctamente, nos pueden costar la vida. Imaginaos pasar un semáforo en rojo por no saber que quieren decir los colores de sus lucecitas. Pero hay otros signos, más envenenados: los que actúan como subyugadores de la sociedad. La ciencia, afortunadamente, ha podido con dios, pero, ¿quién podrá contra esos que vienen del reciente pasado retrogrado: dícese rombos franquistas en la tele; los de la desvencijada actualidad: SMS de Bárcenas-Rajoy, sobres marrones o cuentas b; y esos que miran al futuro: las urnas, que, más pronto que tarde, tendremos que rellenar?
¡Qué vergüenza le daría a mi hermana cavernícola que pintaba en Altamira! “¿Hasta dónde hemos llegado?” se preguntaría, sonrojada, y no sin razón.


J.V.G.

Foto de Familia
¿Somos simbolicos o estamos de concierto?

jueves, 11 de julio de 2013

AJOS COMEN, EL NOMBRE DE UN RUSO, columna publicada en El Día de Zamora
12-07-2013


EL NOMBRE DE UN RUSO
Un día, todos fuimos inocentes. ¡Maldita inocencia!
Yo tenía pensamientos insensatos, más propios del mundo de la utopía que de este de gazapos y esterilidad mental. Creía en la honorabilidad de políticos, jueces, incluso en la del Jefe del Estado. No es de extrañar, también consideraba que la justicia era igual para todos y que los delincuentes, fuera cual fuese su condición, serían juzgados. Iluso que es uno.
Lo que nunca imaginé, ni por asomo, era hasta donde podía llegar la impudicia de los políticos, el verdadero poder del dinero robado y el de las castas corruptas. Y la verdad, tampoco comprendo cómo podemos tener tanto aguante, sí, nosotros, el pueblo perjudicado. Pensaba que, cuando los cargos electos cometían semejantes fechorías y las gentes se enteraban, no tendrían más remedio que dimitir. Pero, como el otro día leí en una red social, los políticos españoles piensan que “Dimitir” es el nombre de un ruso.
El caso más flagrante es el de Bárcenas, o de Luis el Cabrón, como reza en algunos papeles, tesorero durante dos décadas del Partido Popular. Este presunto chorizo promovió la financiación ilegal de su partido (con la que ganó las elecciones), adquiriendo donaciones ilegales de empresarios a los que luego beneficiaba el partido.
Con ese dinero, el bueno de Bárcenas hacía tres montones: uno para la campaña electoral, otro para él y un tercero a repartir. Dispensaba los dineritos en sobres negros o en cajas de puros. Mayor Oreja, Arenas, Cascos o Rato eran algunos de sus receptores. Y Rajoy le decía, campechano, como es él:
-Luis, dame un Cohiba.
Yo pensaba que la trampa y el hurto tendrían sus consecuencias jurídicas (y políticas). Lo que es la inocencia.
Siendo así, le diría: “Mariano, no dimitas, ¿dónde vas a ir que estés mejor que aquí?”   


J.V.G.



jueves, 4 de julio de 2013

Creer o no creer, esa es la cuestión

AJOS COMEN, CREER O NO CREER, ESA ES LA CUESTIÓN, columna publicada en El Día de Zamora
05-07-2013


CREER O NO CREER, ESA ES LA CUESTIÓN
El pasado sábado se inauguró el primer monumento al ateísmo en Starke, Florida, EEUU, lugar de profundas convicciones cristianas.
Reclamando el derecho a la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana, que reconoce la libertad de expresión, los ateos de aquellas tierras han conseguido lo que aquí, en este país de salmos y botafumeiros, no parece posible.
El monumento, un monolito de granito instalado a pocos pasos de otro dedicado a los Diez Mandamientos, tiene grabadas algunas frases de los primeros presidentes de aquel país, John Adams, Thomas Jefferson y Benjamin Franklin, y otra de la fundadora de American Atheists, Madalyn Murray O'Hair. La de esta señora dice así: "Un ateo cree que se debería construir un hospital en lugar de una iglesia". Aquí, la diferencia es poca, en los hospitales faltan habitaciones y sobran capillas, faltan médicos y sobran capellanes, y además, se cierran centros de urgencias. ¿Los recortes en sanidad, se han llevado por delante a alguno de esos que sobran? No, que el lobby católico tiene mucho poder.
De cualquier manera, ateos somos todos, hasta el más creyente, hasta los papas, si es que lo que dicen se lo toman en serio, que lo dudo. La diferencia está en la cantidad de dioses en los que no se creen. De los 2.700 dioses más importantes que hemos creado los humanos, unos no creen en 2.699 y otros no creemos en ninguno, como tampoco creemos en la existencia real de Tarzán, la Pantera Rosa o Mortadelo y Filemón. Dios arriba, dios abajo, esa es la diferencia que nos separa.
P.D.: La bondad no es asunto de religión y sí de inteligencia, lo mismo que la maldad lo es de la ignorancia y, para eso, las religiones la han pintado calva. Amén.


J.V.G.

Monumento al ateísmo