miércoles, 27 de marzo de 2013

AJOS COMEN, CANTILENA DE LA SANTA SEMANA, columna publicada en El Día de Zamora.
27-3-2013

CANTILENA DE LA SANTA SEMANA
Envidia, pero no de la sana, de la cochina, envidia me da por unas fiestas paganas, de risas y disfrute, de diversión y charanga, fiestas de: venga, vamos a descorchar la botella guardada. Fiestas de libertad, donde la cabeza ni se cubre ni se agacha, fiestas que celebran al hombre y a la mujer olvidada. Fiestas de cerezas y miel, fiestas para cantar en voz alta.
Pero nuestras fiestas son de hiel, de silencio y viejas estampas, no de tango ni de rock, ni de jotas ni de salsa, que aquí quien manda es la fe, y yo reclamo el cante y la danza, la diversión, la sensualidad, la lujuria y, también, la chanza. Pero, ¿quién soy yo para eso, cuando los que mandan son esa casta, subyugada por un poder que quiere subyugar a toda la raza?
¡Maldito sea el sino que nos oprime y machaca! Y nos hace ensalzar el sufrimiento y avivar las llamas, que poco a poco nos consumen, nos devoran y desgastan. Me sorprende que, aún hoy, después de siglos sin pausa, como si no hubiera pasado el tiempo en el que vivía doña Urraca, sigamos con los mismos cuentos que ya no aportan lo que hace falta. ¡Maldita sea la lacra que en nuestro ser quedó incrustada!
Qué envidia ver los Carnavales de Cádiz o de Canarias, la Exaltación del mejillón o a Valencia en Fallas, la Tomatina, las Fiestas de la vendimia o las Tamborradas, la Semana Negra de Gijón o la Festividad de la matanza, el Recibimiento a la primavera o simplemente festejar por nada.
Qué pena me da, pues, al fin y al cabo, eso nos marca, que se nos haya pasado el arroz de tanto mirarnos la espalda, crucificándonos en vida, cuando ‘gozar’ es lo único que aquí se gana.


viernes, 15 de marzo de 2013

AJOS COMEN, HABEMUS PAPAM, columna publicada en El Día de Zamora
15-3-2013

HABEMUS PAPAM
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, jesuita, ha sido elegido por la curia vaticana, en colaboración con el Espíritu Santo, como nuevo pastor de la Iglesia Católica, sustituyendo al fatigado Papa emérito Joseph Ratzinger. Con el nombre de Francisco I, a sus 76 años, comenzará, con la ilusión de un niño, a gobernar los designios de la espiritualidad cristiana y las riquezas de ese estado que dice seguir las andanzas de aquel que, para asombro de incrédulos y creyentes, predicaba la pobreza. Pero, en una cosa se parecen los dos santos papas actuales, el emérito Ratzinger y el recientemente elegido Bergoglio, mientras el primero colaboró con los nazis, el segundo lo hizo con la dictadura argentina, por lo que tuvo que declarar en los juzgados por el caso de los niños robados. Dios los cría… Hasta es posible que durante su mandato beatifique a sor María. La opinión pública de su país lo acusa, además, de ser cómplice silencioso de la desaparición de 30.000 personas y delator de dos compañeros jesuitas opositores al régimen que él apoyaba.
Cuenta la leyenda que, en 2005, en el conclave donde fue elegido el entonces eufórico, y ahora cansado, patriarca alemán, este tal Bergoglio pidió a sus valedores cardenalicios, entre lágrimas, que se abstuvieran de elegirlo. Pero 8 años después, por fin, con la espontaneidad de hombre de su tierra y sencillo pectoral, salió al balcón de la Plaza de San Pedro a soltar el obligado “urbi et orbi”. Su candor trataba de anunciar un acercamiento a los fieles y una futura modernización de la Iglesia. Pero el nuevo Santo Padre de Roma sigue siendo otro férreo luchador contra las uniones de personas del mismo sexo, contra la opción del aborto y, por lo que su cargo representa, contra la igualdad entre hombres y mujeres.
¿No queríais sopa?, pues ahí tenéis dos tazas.

J.V.G.

viernes, 8 de marzo de 2013

AJOS COMEN, PERRO NO COME PERRO, columna publicada en El Día de Zamora
8-3-2013

PERRO NO COME PERRO
Resulta lamentable contemplar el hado político de este país. Además de habernos convertido en el hazmerreir del resto de Europa –amén de ser causa de preocupación colectiva–, padecemos la opresión y la indecencia de un retroceso, hasta hace poco, inimaginable.
Esta semana, con la rapidez del rayo, el gobierno cesó a un fiscal por ser partidario del dialogo sobre un problema candente, sin importancia para esta exposición, pero hay que decir que es una trama convertida en cortina de humo para ocultar otros asuntos de vital importancia. Contrasta tanta premura con la lentitud de esos mismos políticos al tratar otros asuntos, dícese el caso Bárcenas, los desahucios, el paro (producto, entre otros factores, de la malnacida reforma laboral) o la cuestión de los privilegios de algunas castas, diría yo, antisociales –o antisistema–. Observemos la inmunidad del rey, el favoritismo judicial hacia los corruptos y los privilegios de los gestores de lo privado, de los banqueros, de la Iglesia o de las grandes fortunas.
Nosotros, ese, para ellos, populacho que incordia y totalmente prescindible, menos en época electoral, pedimos cuentas; la hartura ha colmado nuestros cuajos, que creíamos –y creían– eran imperecederos.
Dando rienda suelta a una palabrería irreflexiva y exaltados ánimos, nos alaban la gran transparencia con que llevan a cabo su gestión de lo público Y nosotros, amigo lector, sin salir de nuestro arraigado asombro. Después llega el punto culminante, el de las aclaraciones que pretenden justificar lo injustificable. Hay gentes que se quejan de la señora María Dolores de Cospedal por la torpeza de su discurso, excusando a su partido de una presunta irregularidad. A mí, particularmente, me encantó, y certifica lo que ya pensaba tras el debate sobre el estado de la nación: “Perro no come perro”.

J:V:G: