11-02-2015
RIFANDO REFUGIADOS
En
Europa, se rifan refugiados. Y en los bares y en otros mentideros, se escuchan
palabras huecas, como los cerebros que las promulgan, de escalofriante
sinsentido. En poco se diferencian de la acción de la periodista húngara y
ultraderechista Petra László,
pateando niños sirios y a un padre con su hijo en brazos. Esta despreciable
mujer, posible candidata a formar parte de los contertulios de 13 TV –el canal
de los obispos–, Intereconomía, La 1 o algún medio afín, hace visible la
zancadilla que se están llevando los habitantes de un pueblo que han tenido que
huir de una guerra mezquina –como todas las guerras–.
Un
pueblo, hay que recordar, que puede honrarse de haber sido sumamente
hospitalario con los refugiados de muchos países durante la historia de los últimos
tiempos.
Sobre
esta crisis humanitaria –lo que es tener unas elecciones cerca–, nuestros
gobernantes patrios, por no quedarse atrás de sus colegas europeos, están
cambiado de discurso, pero aún tenemos que escuchar al cicatero ministro de
Interior, que donde mejor estaba era en su casa o rezando con sus compinches
del Opus.
Recordemos
las palabras que no hace mucho pronunciaba Rajoy:
no se puede ser solidario a cambio de nada. Se le olvidó decir: “fin de la
cita”. Y no es a cambio de nada, bien se han forrado sus amigotes a costa
nuestra.
J.V.G.
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