12-02-2016
GORA LA MARIONETA
Ahora,
los titiriteros, a la cárcel. El juez del caso, que, por cierto, fue inspector
de la policía represora del tardofranquismo, me ha recordado a un quijote, pero
con otra locura bien diferente a la del auténtico.
Si,
en aquellas celebradas historias, nuestro querido hidalgo la armó gorda embistiendo
contra las marionetas de maese Pedro cuando representaba la liberación de
Melisendra, el juez Ismael Moreno ha hecho lo propio contra los Títeres Desde
Abajo en una representación de carnaval.
Los
dos, juez y Quijote, confundieron el cuento con la realidad.
Don
Quijote se dio cuenta y se arrepintió, culpando a los encantadores. Después,
remuneró al titiritero.
El
juez Moreno, como guiado por otra alucinación, mantiene que el espectáculo de
marras era un atentado de ETA, o poco menos.
Desde
entonces, hemos tenido que escuchar a otras marionetas, es decir, a los
tertulianos de la caverna y al protegido del fantasma aparcacoches Marcelo,
que, además, es ministro en funciones. ¡Cuánta majadería! Habría que
preguntarle a Berlanga o a Buñuel cómo esquivar la nueva censura. Pero, ambos
han muerto. La cosa está cruda.
J.V.G.
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