11-03-2016
ACUERDOS SIN CORDURA
Si la realidad fuera como dicen los titulares de la
prensa de la neutralidad que nos abruma, esto sería maravilloso. Un mundo de
acuerdos. Pero, la verdad, de acuerdos,
poco, y poco cuerdos, o, más bien, dementes, irresponsables y temerarios. No me
refiero sólo a los acuerdos de nuestros presuntos políticos patrios, a los que
habría que añadirles el calificativo de chistoso, porque con los acuerdos
europeos también se estremece hasta la propia cordura. La gran Europa, la
Europa de los Derechos Humanos, ahora se los pasa por el forro. Esa tan aclamada
esencia europea ha caído en redondo en la cloaca de la ignominia. Y los
refugiados a sufrir más de lo que ya sufren por el maldito hecho de ser
refugiados. Ahora, además, se les roba hasta la esperanza.
En una cosa nuestro país se parece a Europa. Los
representantes electos son el brazo ejecutor del entramado financiero que
dirige, en verdad, todos los cotarros de envergadura. Y son incapaces de
negociar, acostumbrados como están a recibir órdenes de arriba, del poder del
capital que los sostiene, y que nos puede llevar donde no queremos.
J.V.G.
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