19-04-2013
ESCRACHES, LOBBYS Y NAZIS
Los escraches y los lobbys
tienen un mismo fin: presionar a los políticos para modificar unas leyes que
les sean favorables. En eso sí se parecen, pero, ninguno de los dos grupos puede
equipararse al nazismo, que fue un sistema atroz y criminal. La señora María Dolores de Cospedal perpetró una
malévola relación al comparar a los participantes en los escraches con los que
cometieron aquella brutal barbarie, algo imperdonable; y, si no se demuestra lo
contrario, se pueden considerar palabras destinadas a azuzar más la
confrontación. Además, señora Dolores,
durante el nazismo, ¿quiénes eran los que echaban a la gente de sus casas? Yo
tenía entendido que fueron los nazis, a judíos, gitanos, homosexuales o a
quienes no tuvieran sus mismas creencias, pero, a lo mejor, debemos revisar la
historia, como están haciendo los afines a su tendencia.
Ha de saber, señora Dolores, que los escraches nacieron
durante la dictadura argentina. Y siempre fueron protestas pacíficas, frente a
las casas de los gobernantes del régimen, a los que el pueblo consideraba
responsables del flagrante abuso a los
que eran sometidos miles de compatriotas. ¿A qué me suena esto?
Los lobbys, cuyo nombre viene de
vestíbulo, en alusión al lugar donde políticos y lobbistas firmaban sus acuerdos, son otros grupos de presión, de
los que no se queja la señora Dolores.
Los lobbistas tienen fácil acceso a los políticos, con sus dádivas millonarias,
sus viajes y regalos, a los que no podemos llamar sobornos pues, la ausencia de
regulación en nuestras leyes, los hacen legales. Para nuestros honorables
representantes, eso no es presión, risa de da.
Mientras que los escraches, aquí, en
España, como siempre que se dieron en cualquier otra parte, defienden causas
justas de gente desamparada, los lobbys defienden las de los banqueros. Ya
sabemos, amigo lector, quiénes han ganado.
J.V.G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario