04-10-2013
ÁNGEL BARIEGO, UN HOMBRE EXTRAORDINARIO
Por
mucho que aprovechara esta columna, me resultaría imposible contar las andanzas
de este hombre singular, siempre entregado a los de abajo, al pueblo, siempre
azote del poder descarriado.
Cuando
la Iglesia protegía bajo palio al genocida Franco,
Ángel Bariego era cura, un cura extraordinario.
La puerta de su casa siempre estuvo abierta (literalmente), así como su
corazón. Asimismo, Ángel fue, se
puede decir, el inventor de las Juntas Vecinales, allá por la década de los 60,
en el bario donde ejercía, San José Obrero, barrio que se convirtió en ejemplo y
referencia para aquella España mutilada. En Zamora, ya como exsacerdote, fue
pionero en la creación de cooperativas y artífice destacado en la popular “toma
del cuartel Viriato”. Se podrían decir muchas más cosas, pero…
El
sábado, los vecinos de San José Obrero le dimos un homenaje, francamente
merecido. Un barrio aclamando a un hombre vivo, y no por el fútbol, algo
extraordinario, otra vez. Pero el acto fue más allá, además del homenaje a Ángel, los presentes nos celebramos a
nosotros mismos, por haber formado parte de sus andanzas, por haberlo conocido,
por ser sus amigos. Aconteció en “La Josa”; “la Finca del cura”, la llamábamos,
no en vano, él fue pieza fundamental para que el barrio pudiera tener su centro
social, de esparcimiento y libertad. Recuerdo algunas de sus consignas: la
unión, el mensaje claro y la acción honrada (todo lo contrario a los patrones
que ahora, en este extraño tiempo, nos pretenden inculcar).
Las
personas somos dadas a las mitificaciones. En mi juventud, recuerdo haber
idealizado la figura de este hombre. Ahora me doy cuenta de que no era una
idealización. Este hombre era, es, real. Y según van las cosas, cuánto vale su
ejemplo. Gracias por todo, Ángel.
J.V.G.
Villalba, sólo una puntualización: Nunca "La Josa" fue la "La Finca del cura"; siempre la llamamos "La Finca" o "La finca del barrio"; aunque no voy a negar que alguien, maliciosamente, pudiera haber usado ese nombre.
ResponderEliminarSaludos
Santiago
Santiago, recuerdo haberla llamado muchas veces "la Finca del cura" y haberlo escuchado otras tantas veces, pero eso va por barrios, ya sabes, cada barrio tiene muchas zonas. Incluso el sábado de marras lo comenté con amigos del barrio y también la habían llamado así. Un saludo, Jose.
EliminarComo digo arriba ese nombre "del cura" o "de los curas" pudo ser usado maliciosamente...
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