22-11-2013
EL LAGO DE SANABRIA Y EL CHAPAPOTE
Asco.
Esta es la palabra que define lo que me produce la contaminación; pero no es un
asco simple, no, es un asco al cuadrado. Por un lado, es el mismo que aguijonea,
me imagino, a cualquier persona con sentido común, menos a Ana Botella, parece ser –aunque tampoco sé si posee ese sentido,
sospecho que no–. Por otro lado, está el asco, muy multiplicado, que se mezcla
con rabia y me arrebata, al conocer la “no” sentencia del tribunal del caso Prestige.
Aquella gran catástrofe ecológica que todos vimos, padecimos y pagamos, no era
real, cuan equivocados estábamos. Solamente Rajoy, que por sus muchos meritos ahora es nuestro “honorabilísimo”
presidente, y el tribunal que ha juzgado la tragedia de la marea negra
consideran, y eso a toro pasado, que, ciertamente, eran sólo unos hilillos de
plastilina. ¡Maldita plebe, siempre magnificando los problemas! Y los de Nunca
Máis más que nadie, que son la misma ETA, terroristas ecológicos, agitadores de
masas, asesinos de la verdad; pero ahora, con la nueva Ley de Gallardón, os vais a enterar de lo que vale
un peine. ¡Basta ya de atentar contra la legitimidad del gobierno, contra la
omnipotencia de sus mandamases, de dar apoyo a las manifestaciones de ideas no
afines al régimen! ¡Os vais a enterar, que ya está todo bien atado!
En nuestro
querido Lago de Sanabria, también han aparecido hilillos de plastilina, en este
caso, verdes. Los científicos alertan: el maravilloso lago de origen glacial puede
convertirse en un chapapote verdusco si no se ponen los recursos suficientes para
paliar la contaminación que, día a día, va en aumento. El Delegado de la Junta,
Alberto Castro, sale a la palestra
para advertir que, en este caso, ni tan siquiera hay hilillos de plastilina.
¡Os vais a enterar!
J.V.G.
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