20-12-2013
¡QUÉ SE SEPA!
Decía
Quevedo: “Donde hay poca justicia es
peligroso tener razón”. Ni que decir tiene lo peligroso que ha de ser donde la
justicia ha sido abolida para mostrarse tan tramposa y desigual como la que nos
toca padecer.
La
prueba es que el gobierno ha pedido a los reyes magos un camión de 493.680 €
que escupe agua, para dispersar a los manifestantes, a los que no les hacen
gracia sus tejemanejes, ya descubiertos y protegidos por nuestra peculiar
Justicia.
Deberían
rodear el Congreso con concertinas, como las de la verja de Melilla, así, los
más randas no podrían entrar en España. Bueno, sí, Blesa (el amiguito de Aznar,
y de su yerno Agag, anda por ahí,
otra vez los yernos, ¡qué curioso!), los de la trama Gürtel campando por sus
fueros, la infanta de vacaciones, etc.; mientras, los jueces que metieron mano a
estos asuntos están ahora apartados del circuito judicial.
En
definitiva, tenemos una justicia de puertas giratorias hecha para los
poderosos, banqueros, los de las eléctricas, chorizos, golfos y bribones.
Pero
no solamente aquí cuecen habas, el otro día el eurodiputado Godfrey Bloom, en un encendido discurso
en el parlamento europeo, advirtió a sus colegas: “La gente os va a colgar y lo
hará con razón”, alegando que estaban gobernando a favor de la banca y en
contra del pueblo. El suizo Jean Ziegler,
uno de los hombres más importantes de la ONU, dice que vivimos en un orden
mundial asesino y caníbal, donde el poder financiero decide quienes van a morir
de hambre, por lo que sus autores deben ser juzgados en un nuevo Núremberg. Afirma,
además, que España no debería pagar su deuda porque es ilegitima y delictiva. ¡Qué
se sepa!
J.V.G.
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