14-02-2014
TODO POR AMOR
Encajando
piezas, comienzo a comprender de qué va este atentado en forma de ley contra la
libertad de las mujeres, me refiero al aborto de Rajoy. Es una táctica para resaltar la incapacidad, supuestamente
genética, de importantes mujeres salpicadas por corrupción, apropiación
indebida, fraude fiscal, etc.
“Todo
era por amor”, vino a decir uno de los abogados de la infanta Cristina, el de la
mirada perdida; el otro, padre de la Constitución, como lo llaman los ilusos,
basó su defensa en un consejo tan vulgar como: “Hazte la tonta”. Esa fue la tónica
de la infanta en los juzgados delante de la foto de su papá, contestar más de 420
veces: “no me consta”, “no me acuerdo”, “yo de eso no sé nada”, “¡ah!, se
siente”. Y es que la infanta, tan ilustrada, fotogénica y colaboradora de la
justicia, estaba matrimoniada sin reservas. Y aunque trabajaba en una entidad
bancaria, de cuentas, nada. ¿Pero, de qué trabajaba en la Caixa, limpiando
letrinas? Tan preparada ella.
Degradando
a la mujer se protege a las corruptas, si están casadas por la Iglesia, claro.
De esta manera, las mujeres, como si fueran infantas (me refiero a la segunda
definición de la RAE: “Niña que aún no ha llegado a la edad de siete años”), no
son responsables de los desfalcos de sus maridos, aunque vayan a medias y sus
firmas sean imprescindibles. Recordemos: Cristina
de Borbón, Ana Mato, Isabel Pantoja, Teresa Rivero, Dolores de Cospedal o Maite
Zaldivar. Pues eso, cásate y se sumisa, que aunque seáis un matrimonio de
ladrones, tranquila, tú, por ser mujer, no vas a ser condenada, tienes la
absolución, aunque te llamen tonta y al resto de españolas las retrotraigan a
la Edad Media. Para ellos está el
indulto.
J.V.G.
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