jueves, 11 de julio de 2013

AJOS COMEN, EL NOMBRE DE UN RUSO, columna publicada en El Día de Zamora
12-07-2013


EL NOMBRE DE UN RUSO
Un día, todos fuimos inocentes. ¡Maldita inocencia!
Yo tenía pensamientos insensatos, más propios del mundo de la utopía que de este de gazapos y esterilidad mental. Creía en la honorabilidad de políticos, jueces, incluso en la del Jefe del Estado. No es de extrañar, también consideraba que la justicia era igual para todos y que los delincuentes, fuera cual fuese su condición, serían juzgados. Iluso que es uno.
Lo que nunca imaginé, ni por asomo, era hasta donde podía llegar la impudicia de los políticos, el verdadero poder del dinero robado y el de las castas corruptas. Y la verdad, tampoco comprendo cómo podemos tener tanto aguante, sí, nosotros, el pueblo perjudicado. Pensaba que, cuando los cargos electos cometían semejantes fechorías y las gentes se enteraban, no tendrían más remedio que dimitir. Pero, como el otro día leí en una red social, los políticos españoles piensan que “Dimitir” es el nombre de un ruso.
El caso más flagrante es el de Bárcenas, o de Luis el Cabrón, como reza en algunos papeles, tesorero durante dos décadas del Partido Popular. Este presunto chorizo promovió la financiación ilegal de su partido (con la que ganó las elecciones), adquiriendo donaciones ilegales de empresarios a los que luego beneficiaba el partido.
Con ese dinero, el bueno de Bárcenas hacía tres montones: uno para la campaña electoral, otro para él y un tercero a repartir. Dispensaba los dineritos en sobres negros o en cajas de puros. Mayor Oreja, Arenas, Cascos o Rato eran algunos de sus receptores. Y Rajoy le decía, campechano, como es él:
-Luis, dame un Cohiba.
Yo pensaba que la trampa y el hurto tendrían sus consecuencias jurídicas (y políticas). Lo que es la inocencia.
Siendo así, le diría: “Mariano, no dimitas, ¿dónde vas a ir que estés mejor que aquí?”   


J.V.G.



No hay comentarios:

Publicar un comentario