29-05-2015
LA HARTURA TUVO RECOMPENSA
Ver
como se derrumban las políticas injustas y antisociales provoca un tremendo
alegrón. Es lo quedó claro tras nuestra eventual intervención en la democracia.
¡Qué alegría lucían los rostros de tantos conciudadanos ya esa misma noche! Y
Zamora, para variar, ha sido un caso especial. Como hace mil años, los
zamoranos, contra pronóstico, rompimos el Cerco (que cada uno lo interprete como
le dé la gana). Y, mientras el partido verdaderamente ganador, el de Guarido, se ha alzado hasta lo
impensable, en el resto del país anda de capa caída. No obstante, España está
cambiando. Queda demostrado: las uniones populares son capaces de derribar lo
que férreamente habían establecido los causantes de esta catástrofe, Madrid,
Barcelona, Valencia, A Coruña, Cádiz, etc. Y, lo más importante, no se podrá gobernar
como hasta ahora, a golpes ajenos al dialogo y al entendimiento. Se tendrá que
hacer política. Pero el descalabro de lo antisocial y de sus representantes hubiera
sido mayor a no ser por el pucherazo del Ministro del Exterior, que no dejó
votar a cerca de dos millones de españoles con residencia temporal en el
extranjero. El mismo día que aquí ejercíamos el derecho al voto para decirles
adiós, en las embajadas españolas de 45 países, los damnificados, con justa
indignación, se manifestaban por esa acción antidemocrática del Gobierno.
j.V.G.
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