miércoles, 23 de marzo de 2016

AJOS COMEN, CRUCIFICADA, columna publicada en El Día de Zamora
23-03-2016


CRUCIFICADA
Condenada, crucificada y, espero que, también, redimida y resucitada.
Esta es la historia del escarmiento por un delito contra los sentimientos religiosos. No, no me refiero a nada relacionado con los curas pederastas ni con los obispos que los protegen. Tampoco a las sumas increíbles que aporta el Vaticano para la defensa de esos mismos pederastas ni de los tejemanejes de los que se vale la Iglesia para hacerlos invisibles. Esta es la historia de una chica en sujetador que protestaba en una capilla por la presencia del dogma religioso en la Universidad, y por la propia capilla universitaria. Es que en España la religión católica tiene una sede en cada escuela para la captación de nuevos correligionarios. Sí, Rita Maestre es culpable de defender los derechos de un estado aconfesional, que algunos aspiran a que sea laico, lo que significa que la religión no abuse del espacio público y quede en el marco privado y la vida personal. Pero la justicia española, que tiene tics frailunos, ha seguido los veredictos de los de las capillas, convirtiendo el pecado en delito, vamos, como en Arabia Saudí.

J.V.G.


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