25-05-2013
CONTRA LA LOMCE
Por
fin se ha puesto en marcha la polémica ley de Educación. Pero, ¿será verdad,
como dice el ministro, que va a aportar remedios eficaces contra los males anteriores?,
¿no tiene un tufillo trasnochado y decadente? A mí, ciudadano de un país laico,
me parece que sí, y, más que ser una herramienta para el desarrollo social, la
considero una ley autoritaria de adoctrinamiento, inspirada por el poder de los
obispos. No en vano, es una ley que subvenciona la disgregación por sexos en
las escuelas (cosa típica en ellos, ¿o conocemos alguna mujer nombrada obispa?).
Pensar que esos señores de la clerecía van a formar parte de la educación de
mis hijos me pone los pelos de punta.
Porque
a ellos, con la indecente (en las escuelas) asignatura evaluable de Religión,
la ley les otorga potestad para inmiscuirse en la nota académica de los
estudiantes. Ellos tienen, además, vía libre para elegir profesores, temarios y
los libros de dicha materia. Un autentico atentado contra la laicidad de
nuestro Estado.
Su
engañoso y contradictorio nombre, LOMCE o, lo que es lo mismo, Ley Orgánica
para la Mejora de la Calidad Educativa, hace gala de lo que, precisamente, carece.
Esta ley del ministro Wert, rechazada
por todos menos por la Conferencia Episcopal, no aporta ninguna mejora a la
educación, todo lo contrario, la deteriora. Denigra a la escuela pública, a los
maestros comprometidos, a nuestros hijos y al sentido común. Y devuelve a la
sociedad a los tiempos del blanco y negro. Pero hay que reconocer que este
gobierno del señor Rajoy (a quien no
me extrañaría ver algún día bajo palio) está consiguiendo, sin valerse de
bombas ni tanques, lo que otros no pudieron conseguir. Felicidades y gracias,
en lo que a eso respecta.
J.V.G.
![]() |
Contra la Ley Wert |
No hay comentarios:
Publicar un comentario