viernes, 31 de enero de 2014

AJOS COMEN, MAREAS, columna publicada en El Día de Zamora
31-01-2014


MAREAS
Afortunadamente, se ha detenido la privatización ideológica y sanguinaria de la sanidad. El consejero y gestor de esa privatización fallida ha dimitido por ello. Claro, como ya no se va a privatizar, ya no le interesa el puesto, no podrá cruzar la puerta giratoria y enchufarse después como florero en la empresa amiga, lo que sí hicieron sus predecesores Lamela y Güemes, los dos imputados, dicho sea de paso. Lasquetty, a ver si no volvemos a escuchar tu apellido.
–Mareas –le dijo, tras pasar esto, Rajoy a I. González.
–¿Yo, presidente? ¿Yo mareo?, si yo no he ido a ninguna manifestación, yo también estoy en contra de ellas –contestó, incrédulo, el otro presidente, el de Madrid.
Este chiste malo me sirve para felicitar al pueblo. Hemos ganado una batalla a la injusticia, a los buitres, a esos sinvergüenzas privatizadores que querían vender la sanidad pública. Pero, sobre todo, felicito a las mujeres y los hombres (enfermeras, médicos, personal no sanitario y ciudadanía en general) de esa marea que ha recorrido las calles defendiendo lo que es de todos, algo tan fundamental como la sanidad universal y gratuita. Y hago extensible la felicitación a las otras mareas que patean, día sí, día también, por los rincones de esta España agredida (bueno, la de sus agredidos habitantes).
Cuando los gobernantes se convierten en enemigos del pueblo, el pueblo siempre tiene la razón. La marea blanca en defensa de la salud pública nos lo demuestra. Entonces, está visto, las movilizaciones son las únicas alternativas que nos puede salvar de este disparate de injusticias al que nos están sometiendo. Gamonal y Ucrania son otros ejemplos; no en vano, el grito del pueblo (se mire por donde se mire), es un canto de libertad.

J.V.G.

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